La música y la partería son dos artes que fui aprendiendo y disfrutando de forma paralela hasta que tuve a mis hijos. Descubrí entonces que mis dos pasiones se daban la mano en la magia de cantarle a un bebé. Experimenté la eficacia terapéutica de cantar, tanto para los padres como para los niños, y me puse a investigar si existía evidencia científica. Y sí… la hay… y hace de algo tan sencillo, algo que nos regala la madre naturaleza, que nos viene de serie: LA VOZ … algo precioso, una herramienta muy útil para incrementar el bienestar del bebé y el nuestro propio. Siento que todo encaja. Parece como si las piezas de este puzzle ocupasen su lugar, engranándose unas con otras para dibujar un cuadro, que es el que os pintaré en mis talleres.